Después de las grandes guerras del siglo XX y de las tensiones de la Guerra Fría, el mundo ha ido registrando múltiples ?conflictos periféricos?, algunos de los cuales (Vietnam, Balcanes?) especialmente cruentos, aunque, por fortuna, virtualmente terminados. Otros, por el contrario, registran un carácter recurrente ?con períodos de mayor o menor intensidad- que evidencia su permanencia y la dificultad de su resolución definitiva; se pueden considerar como ?conflictos latentes de intensidad variable?. Casi todos ellos destacan por su capacidad de desestabilización internacional, así como la involucración indirecta de las grandes potencias mundiales, eso sí, cuidadosas de evitar confrontaciones directas entre ellas.