Confesiones de un bribón narra en primera persona las desventuras de Francis, un muchacho de la alta sociedad londinense que tras abandonar la carrera de medicina iniciada para agradar a su señor padre, el doctor Mortimer, se dedicará al arte de la caricatura y la sátira. Dicho arte hará peligrar la sacrosanta reputación familiar e incluso la boda de su finísima hermana Arabela con Batterbury, hombre de inmensa fortuna y con un pie en el más allá. El joven bribón cargado de deudas y perseguido por sus acreedores se verá de pronto en la cárcel. Excarcelado por insolvente, Francis continúa explotando su "innato talento artístico" como falsificador de cuadros, como fabricante de moneda falsa...
Confesiones de un bribón posee una trama compleja y bien elaborada, una brillante construcción de personajes y un constante despliegue de ambigüedades intrigantes, irónicas y divertidas. Todo, expresado con una fina y divertida ironía al servicio de la crítica más voraz y despiadada a algunos usos y costumbres de la puritana sociedad victoriana. El mismo autor decía que esta obra no contiene dos momentos serios seguidos.