La lucha de Tambu por acceder a una buena educación simboliza la trayectoria de una colectividad nacional que conoce cambios profundos en la transición entre las incertidumbres de la lucha contra el colonialismo y las incertidumbres de la independencia, en el marco de las tensiones entre tradición y modernización, entre africanismo y europeísmo, entre una situación tutelada y oprimida y una condición adulta y autónoma.
A Tambu no le basta con superar las desventajas de la triple discriminación que padece, como pobre, como mujer y como negra: debe, además, aprovechar una educación europea para construir una personalidad africana.
Dangarembga expone la problemática de Tambu con la amenidad absorbente de un estilo y una construcción literarias de primerísimo orden, postulando con ello una visión vigorizante del difícil futuro africano.