Argumento de Concilio Vaticano Ii, Una Llamada de Futuro
Un nuevo Pentecostés de la Iglesia del siglo XX. El impulso profundamente cristiano del papa Juan XXIII dio unos frutos espléndidos que, a pesar de todos los altibajos, siguen vivos hoy y, sobretodo, siguen siendo semilla de futuro. Porque, con aquella reunión universal de obispos, la Iglesia fue capaz de buscar, en las fuentes del Evangelio, cómo debía renovarse en su interior, y cómo debía actuar ante un mundo que había cambiado radicalmente, y que ya no aceptaba una autoridad eclesial que antes siempre se había dado por supuesta. La Iglesia, bajo la guía del Espíritu Santo y con el buen hacer de Juan XXIII y, después, de Pablo VI, supo marcarse unas líneas de actuación que vale la pena recordar ahora, en el cincuentenario del inicio conciliar, como luz que nos sigue guiando en estos tiempos nuestros tan desconcertados. Nueve autores nos ayudan a rememorar el acontecimiento y su significado, desde diversas perspectivas, para que podamos continuar bebiendo de su riqueza, el servicio del Evangelio de Jesús, en la Iglesia y en el mundo.0