Un mapa del despertar de la mano de la sabiduría de Osho
Cuanto más consciente se vuelve uno, más se recuerda a sí mismo, con más cautela actúa, más alerta está, más heridas empiezan a desaparecer, hay menos brotes de ira, menos odio, menos celos y menos sentimientos posesivos. Cuanto más consciente se vuelve uno, más se afianzan la salud y la integridad. Un día, uno simplemente descubre que todo eso se ha vuelto irrelevante, ha pasado a ser historia, ya no se trata de cuestiones vivas sino de cuestiones muertas.
En esto consiste el milagro de adquirir conciencia: en que todo lo que es erróneo empieza a desvanecerse y todo lo que es correcto empieza a suceder. Individualmente, y como sociedad, la cuestión primordial es decidir si preferimos estar dormidos o despiertos, inconscientes o conscientes.