Urge reformar el matrimonio civil convirtiéndolo en una institución capaz de acoger los más íntimos deseos de los ciudadanos, que desean verlo como un auténtico compromiso, estable y abierto a la familia. Se proponen, entonces, diversas reformas del Código civil en este sentido, cuya urgencia no cabe ignorar, si no se quiere que el matrimonio civil aparezca, como reflejan todas las encuestas, sin excepción, como algo poco serio frente al matrimonio canónico que se contempla como el único matrimonio verdaderamente con entidad jurídica.