La palabra «metafísica» suena a pasado. Una mirada a su historia muestra, sin embargo, que si hay algo tan tenaz como el intento de hacer desaparecer la metafísica es su capacidad de supervivencia. Empezaron los escépticos y los sofistas tratando de cerrar cualquier salida metafísica al rechazar la certeza de todo conocimiento, aunque encontraron la respuesta implacable de Aristóteles. En la Edad Media, el ataque vino de la teología, al oponer la certeza de la fe a la mera probabilidad de la razón, aunque figuras como Santo Tomás o Scoto la defendieron y promocionaron. El empirismo moderno desplazó el pensar metafísico al centrarse en la experiencia misma, hasta que llegó la respuesta de Kant y de su complejo sistema sobre las posibilidades del conocimiento humano. Al ataque positivista en el siglo XIX respondieron con fuerza nuevas metafísicas de la vida, de lo humano y de los valores. Ni siquiera la actual posmodernidad, en su pretensión de derrumbar toda aspiración metafísica o universalista, ha conseguido acabar con argumentaciones como la de Habermas, heredero de una Ilustración que aún lucha por sobrevivir a los nuevos tiempos. De modo que el debate sobre la posibilidad de la metafísica hoy sigue abierto, y su historia queda plasmada en este volumen de la Enciclopedia IberoAmericana de Filosofía.