La educación de un niño no es tarea fácil, menos aún en una sociedad como la nuestra, donde el éxito se mide en dinero y propiedades que la persona consigue acumular a lo largo de su vida. La mayoría de los padres experimentan agobio y temor al pensar en el futuro de sus hijos.
Desde el ámbito sanitario, sirviéndose del lema «más vale prevenir», nos recuerdan a diario los peligros que corremos a cada paso y las consecuencias negativas del humo del tabaco, del sedentarismo, del exceso de dulces, de las hamburguesas enormes... Cuidamos a nuestros niños como si fueran frágiles figuritas de porcelana, tratando de evitarles cualquier esfuerzo, hasta que un día nos damos cuenta de que tenemos en casa a un pequeño tirano, caprichoso y rebelde.
El objetivo de este libro, relatado en forma de breves cuentos, es ayudar a entender cómo se producen determinadas dificultades de la vida diaria y cómo, aun con la mejor intención, contribuimos a complicar más las cosas justamente con algunos de nuestros
intentos para solucionarlas.
Con las mejores intenciones se obtienen, la mayoría de las veces, los peores resultados
Oscar Wilde