Argumento de Comportamiento Electoral Municipal Español, 1979-1995
Este libro analiza el comportamiento electoral municipal de los españoles desde las primeras elecciones municipales del período democrático, las de 1979, hasta las recientes elecciones municipales de 1995. Partiendo de un marco teórico difuso, dada la escasez de análisis electorales locales en España y fuera de nuestras fronteras, afronta las convocatorias municipales tomando como referencia el comportamiento electoral en las elecciones legislativas. La creciente nacionalización y politización de las elecciones municipales es uno de los elementos que obligan a precisar con detenimiento cuál es el carácter y la naturaleza que guía a estos comicios. Con datos agregados y de encuestas se determinan tres ejes analíticos diferenciados: la participación electoral en la arena municipal; la influencia de la sistemática electoral en la configuración de la dinámica partidista; y los actores políticos que participan en la competición electoral municipal. La creciente importancia que han ido adquiriendo este tipo de elecciones subnacionales en el escenario político ha sido ampliamente destacado y reconocido. Su influencia en la dinámica política nacional les ha conferido cierto carácter de predicción sobre una convocatoria nacional, además de convertirlas en un "barómetro" de la situación política nacional. Sin embargo, las elecciones municipales tienen un objetivo muy distinto a éste. Han de proveer de legitimidad a un órgano de gobierno específico y han de articular unas demandas específicas de un ámbito político subnacional. Esta investigación intenta, en definitiva, contrastar estos dos planteamientos, la nacionalización y el localismo del ámbito municipal, para tratar de buscar el significado propio que rige estos comicios. El libro pone de manifiesto la gran complejidad y pluralidad de significados de las conductas en las elecciones municipales. La diversidad local a la que nos hemos enfrentado tiene consecuencias muy amplias. El elevado número de municipios que configuran el mapa territorial municipal -más de 8.000- ha jugado en detrimento de unificar criterios de actuación. La variable discriminante de tamaño de población ha sido, en este caso, la que ha guiado nuestros pasos, para descubrir que multitud de comportamientos están influidos directamente por el ámbito territorial en el que el ciudadano se mueve. De ahí que podamos distinguir un voto rural y un voto urbano con importantes consecuencias para la esfera nacional y para orientar las estrategias de los partidos políticos.0