El adversario, que ha sido comparado con A sangre fría de Capote, es un perturbador descenso a las zonas más sombrías del alma humana que parte de un hecho real: un hombre asesinó a su mujer, sus hijos y sus padres. ¿Por qué? Porque era un impostor que se sentía incapaz de afrontar el inminente desmoronamiento de su mundo de mentiras: le había hecho creer a su familia que era médico cuando en realidad pasaba el tiempo en parkings de autopista o paseando por el bosque.
Una novela rusa es una indagación en la vida de uno de los abuelos del autor, probablemente ejecutado por colaborar con los nazis, cuya búsqueda se entreteje con otros secretos, fantasmas y deseos.
De vidas ajenas, por su parte, aborda la pérdida de los seres queridos, entrecruzando las consecuencias de un tsunami en Sri Lanka y la devastación de un cáncer. Carrère se atreve como pocos a sondear las posibilidades de la palabra para desvelar las entrañas del ser humano. La suya es una literatura escrita sin red y que no teme internarse en la oscuridad.