La enseñanza que aquí se expone es el entrenamiento de la mente en siete puntos, llevada al Tíbet por el maestro indio Atisha. Esta enseñanza es el corazón de toda la práctica del budismo tibetano. En ella está condensado el compasivo camino hacia la iluminación en instrucciones prácticas que permiten ser usadas en todas las circunstancias de la vida diaria.