La maldad, el sufrimiento y el dolor existen desde antes que este mundo fuera creado, desde antes que la humanidad fuera pensada, padecida desde siempre por esta. Ahora vemos el padecimiento de una criatura paria atrapada entre este mundo y el otro, condenada por decisión propia e imposibilitada de volver. Una criatura que chocaba con las emociones que desconocía y que las iba adquiriendo aun sin quererlo, que desarrolla la verdadera amistad para con un humano al que admira y envidia pero que le permite involucrarse en su vida. A lo largo de este ejemplar descubriremos cómo las ganas de querer sentir correr la tibia sangre por entre sus dedos se desvanecía mientras más tiempo pasaba rodeado de los seres a los que odiaba y que acabó por aceptar, cuidar y amar.