¡Aleluya! Desde el Más Allá, el narrador, un cantante de cruceros fallecido en extravagantes circunstancias, es enviado al mundo de los vivos para conseguir que Sergio sea quien realmente es. Una tarea ardua, sembrada de obstáculos. Además, ésta es su primera misión y, a falta de experiencia previa, lo único que tiene claro es que, si quiere triunfar, deberá descerrajar la fantasía del muchacho.
Por eso se encarnará en un cruce entre Mary Poppins y un ángel guardián salido de Capra y, a lo largo de un verano decisivo, empleará sortilegios, bebedizos, ingenio, engaños, algún bolero, mucha pirotecnia musical y más disfraces que Mortadelo; o recurrirá al cine, e invocará a Richard Gere y William Holden. Todo valdrá con tal de conseguir que Sergio caiga en la tentación. Más aún: que se haga con las riendas de su propia vida. Aunque lo que el futuro le depare sea un escenario en un crucero.