En palabras del autor, "lo primero que se necesita para meditar es una actitud mental correcta, en particular, la de escuchar. La mayoría de la gente rara vez escucha. Es incapaz de oír la sinfonía de sonidos del mundo que le rodea. No puede escuchar a los demás, ya que está más interesada en dar salida a sus propios pensamientos. Trata a su conciencia como si fuese un defecto que hay que superar. Actúa como si permanentemente estuviese haciendo una campaña a favor de sus propias ideas".