Rivas Cherif, creador y animador de los teatros de vanguardia de La Escuela Nueva, El Mirlo Blanco, El Cántaro Roto, El Caracol, inició con ellos, de 1920 a 1929, la renovación de la escena española. Renovación que introdujo en las compañías profesionales de 1929 a 1936, notoriamente la de Margarita Xirgu. Fue el primer director de teatro que realizó en España grandes espectáculos para las masas (Medea y Electra en el Teatro Romano de Mérida, en 1933; El Alcalde de Zalamea en la Plaza de Toros de Madrid, en 1934; etcétera), y quien llevó a escena lo mejor de los más grandes autores españoles de los años treinta: Valle-Inclán, Unamuno, Alberti, Casona, Pérez de Ayala o García Lorca, entre otros. A él también se debió la Fundación del Teatro Escuela de Arte, cuyos principios básicos animan la redacción de este volumen, escrito enteramente en el penal de El Dueso de Santoña, en 1945, como resultado de sus experiencias al frente del Teatro Escuela que también fundó y dirigió durante dos años en el penal, mientras cumplía la condena impuesta por la dictadura franquista.