Así es como Finn convierte al horrible fantasma en un adorable muñeco de trapo que le sirve de almohada.
Estos versos fáciles de recordar son un recurso ideal para que los niños no tengan miedo de los fantasmas nunca más.
Óyeme bien fantasma horripilante
Y para que los sepas, de ahora en adelante,
Tú a mí no me asustas más
Pues soy todo un valiente, ya verás.