Los datos son contundentes: se trabaja mal y se rinde menos cuándo las presiones del entorno superan las expectativas de los trabajadores. En la sociedad empresarial del siglo XXI, las personas y sus entornos profesionales están inmersos en una vorágine competitiva que les exige continuos esfuerzos de adaptación; el cambio de modelo de empresa, la incertidumbre y la globalidad de los mercados no colabora precisamente a mejorar la vida de los trabajadores. Es muy difícil compaginar aspectos profesionales y personales para conseguir productividad y rentabilidad sin que alguno de ellos sufra deterioro. ¿Es posible controlar el tiempo? ¿Es posible manejar la vida profesional sin injerencias externas que desequilibren la productitividad? Si el tiempo es un bien escaso y efímero ¿por qué lo malgastamos? ¿podemos comprar tiempo? De las incógnitas que plantea el uso del tiempo y de la falta de recursos personales que hace que las personas sean poco productivas habla este libro. La autora pretende identificar los errores , mentiras y leyendas urbanas que existen sobre el uso eficaz del tiempo, a la ve que propone soluciones sencillas y prácticas basadas en la realidad laboral.