Consciente de la importancia que el comercio exterior tiene para España, y más en una coyuntura de crisis económica como la actual, el Gobierno ha decidido endurecer los controles sobre el fraude en este área, sobre todo en materia de importaciones pero sin olvidar la necesidad de mantener unos estándares de calidad altos en los productos que las empresas españolas venden a otros países. En el primer caso, la Administración se fijará, sobre todo,