«Fue eminente el talento de Chacón en rectificar y restituir a la letra los antiguos Escritores, lo cual se miró como un don del Cielo concedido a aquel siglo. Estos y otros testimonios de su saber le merecieron los elogios de sus mismos contemporáneos, romanos, franceses, y flamencos, hasta tributarle algunos los halagüeños y ostentosos dictados de Varrón de su siglo; de completo tesoro de todas las facultades; y de rio perenne de las ciencias.»
(«Retratos de los españoles ilustres: con un epítome de sus vidas», Madrid, en la Imprenta Real, 1791)