Este título convierte lo cotidiano es un auténtico espectáculo: vegetales, animales y frutas llenas de vigor y energía acompañados de su descripción en castellano e inglés. El autor dedicó el libro a Josef Albers, un maestro y genio del color que ocupa un lugar de excepción en la historia del diseño. Como toda la magistral obra del autor: al fin y al cabo, el mundo no es más que colores.