Con las recomendaciones de este libro, el lector conseguirá dos cosas: disminuir la cantidad de sal en sus alimentos, y mejorar incluso su sabor. Desde ahora, dispondrá de una gran cantidad de recetas de fácil elaboración, pero ya no las tendrá que comer insípidas y con un mediocre sabor que le haga detestar el momento de comer. Para ello hemos realizado una serie de recetas en las cuales la sal no ocupa un lugar preponderante, siendo reemplazada por las especias culinarias, las cuales no cambian decisivamente el sabor original del alimento, sino que potencian las tres cualidades organolépticas más apreciadas, color, sabor y olor, contribuyendo de manera intensa y eficaz a que la comida resulte más sabrosa y digestiva. Con ello, evitará tener que mezclar muchos alimentos para lograr una adecuada mezcla de color y sabor, consiguiendo una comida más saludable y pobre en sal.