Un cachorro de labrador tierno, travieso y adorable, como de anuncio de papel higiénico. Un treintañero obsesivo con graves problemas de adaptación al medio. Una terapia psicológica. La mezcla funcionaría a la perfección en una película de Hollywood y ambos aprenderían un montón de cosas el uno del otro antes del final feliz de turno. Pero, por suerte, Clint no es ese tipo de historia. Ni mucho menos.
Clint es tan sólo la historia de un hombre y su perro y de cómo ambos perdieron la noción de quién era el hombre y quién era el perro hasta el punto de poner en la picota la lógica de la propia realidad.
También es la historia de un delirante descenso hacia la locura, lleno de ironía y humor negro, negrísimo, donde todos y cada uno de los personajes, desde el protagonista y su perro hasta el mismísimo Julio Iglesias, pasando por un empresario de pompas fúnebres vicioso y una novia cruel de esas que ninguna madre querría para su hijo, dejan bien claro que el amor hacia los animales a menudo oculta una incapacidad absoluta para amar al género humano. Y viceversa?
Un hombre y un perro. Un amo y un dueño. Pero? ¿Quién es quién realmente? Descúbrelo en esta historia a caballo entre la comedia y el melodrama que hará que no vuelvas a mirar a tu mascota de la misma forma.