La aparición de un cadáver descuartizado en un vertedero municipal, teje una historia de intrigas modernas en el marco de una ciudad asturiana, Nalón, que se debate entre un próspero pasado industrial y un presente marcado por una crisis de imprevisibles consecuencias. Julio Colinas llega a la comisaría para investigar. Pero Nalón, la ciudad de su infancia, ofrecerá claves desde su pasado para afrontar los desafíos de su presente. De hecho, la narración se mueve en dos parámetros temporales: el primero, vinculado a la memoria y los recuerdos del protagonista, que se ubican en torno a los años cincuenta y, el segundo, el de su presente, situado entre finales de los setenta y principios de los ochenta. Y es esa horquilla temporal la que permite a su autor, Javier García Cellino, construir, más allá de los ingredientes básicos de una novela negra al uso, una historia social, un relato descarnado de auge y decadencia que lo inunda todo. Una obra excelente ?Premio Letras de Novela Corta- donde el componente de novela negra se queda limitado para definir una historia más amplia y compleja que abarca la vida del protagonista rememorada en esa semana que dura la investigación.