Primera novela de la trilogía desolacionista de Fco. Javier Pérez. Tres historias autoconclusivas con personajes aislados en edificios-ciudad de donde la opresión burócrata les impide escapar, pero donde se revelan otras jerarquías ocultas, bien paranormales bien extraterrestres. Fantásticamente ilustradas por el dibujo expresionista de Fidel Martínez. En esta primera entrega un Hospital autojerarquizado, a la manera de Delicatessen de Jeunet y Caró, es el escenario donde un Anciano intenta salvar a su esposa y unos padres a su prematuro bebé. En medio una aterradora niña que guiará a los personajes. Se trata de una historia de transmigración. Tiene lugar en un Continuum con forma de hospital cercado por una tormenta química letal llamada el Viento Negro. En el hospital hay dos pacientes desahuciados: una anciana en coma que ha sido traída por su marido, un antiguo trabajador de una cantera que guarda un parecido misterioso con el Bob Dylan anciano, y un bebé que no respira y que está allí con sus padres. Luego está el personal que puebla el terrorífico hospital de arquitectura Bauhaus: las Enfermeras de película pornográfica, el Camillero, el Administrativo, los siniestros Pediatras y los musculosos Ordenanzas, todos transformados en arquetipos por arte y gracia de las mayúsculas e insertos en una burocracia hermética que elude todo estereotipo representacional. La narración del Continuum hospitalario sufre interferencias en forma de transmisiones televisivas y comunicaciones por ouija. La anciana está sumida en extrañas prácticas auto-hipnóticas. Si el escenario es pesadillesco, el argumento es una serie de alucinaciones concéntricas. Los dos Pediatras, junto con el padre de la criatura, idean un método para intentar salvar al bebé: matarlo e inyectarle el alma de la otra paciente. En sus intentos por salvar a su mujer, el Anciano tendrá que luchar contra el antagonístico Administrador y contra la divinidad del hospital, una niña que es la encarnación de Shiva y que es quien traslada las almas de un cuerpo a otro como agente de la transmigración.