Argumento de Chufla, Chufla ...!
Chufla, chufla, como no te apartes tú!, le dice el mañico montado en su burro sobre la vía, al tren que le viene por su espalda pidiéndole paso. Pues, sí, ¡chufla, chufla! Que el baturro, e incluso su burro, es mucho más importante que una máquina, aunque sea tan formidable como el tren de alta velocidad. ¡Faltaría más que una máquina, por muy veloz que vaya, sea más importante que un hombre, por muy baturro que sea, o precisamente por serlo, también tiene su corazoncito, un corazoncito que late a base de sentimientos, de ilusiones, de sueños, de dignidad. No tachemos al baturro de irracional, su Chufla, chufla es, precisamente, todo lo contrario. Un grito de sensatez, de sentido común, una reafirmación de los derechos de la persona frente a la máquina. Por eso hemos querido titular así, como esa suerte de desplante baturro, esta antología de cuentos aragoneses que tiene la intención de dar a conocer, con todo el rigor posible, una muestra integral de lo que supuso el género en Aragón en la segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del XX, al amparo de lo que se ha venido llamando el regionalismo literario. En la selección del material el autor ha preferido aquellos cuentos que por sus personajes, lugares o temas se vinculan más estrechamente a tradiciones, dichos, leyendas, usos y costumbres, los de mayor raigambre folklórica.0