Ser vampira es una situación de vida o muerte. Al principio, cuando me convirtieron, sólo tenía que preocuparme de sobrevivir. Ahora estoy atrapada en una batalla por la existencia de toda la raza humana y llevo las de perder. El cuartel general del Movimiento Voluntario para la Extinción de Vampiros está destruido y Oráculo, una antigua y poderosa vampira, anda suelta. No se detendrá ante nada para convertir al mundo en un universo de vampiros, aunque ello suponga ayudar al Devorador de Almas a convertirse en un dios y aprovecharse de su poder para alcanzar sus viles fines. Una vieja vampira, una sanguijuela que es casi una deidad, y bueno, ¡cómo no!, mi primer Creador, que ahora es humano, completan al pastel. Así que... ¡vamos allá! Que gane el mejor...