Testaruda como pocas, la bella lady Elinor Standon ha decidido que jamás permitirá que su codicioso padrastro entregue en matrimonio a su hermana menor al mejor postor. Pero la única manera para impedir ese diabólico plan es convertirse en tutora de la joven. Y una mujer soltera no puede hacerlo. Ahora, Elinor debe casarse, y, para facilitar los trámites, su matrimonio debe ser con un duque, nada menos. Elinor contrata a un abogado, James Lambert, para que la ayude a localizar a su futuro marido. Pero sus cuidadosos planes se desbaratarán cuando descubre que bajo el ajado atuendo, los arrogantes modales y los consejos poco convencionales de su abogado se esconde un hombre demasiado atractivo como para ignorarlo. Lo que no sabe es que Lambert no es quien dice ser, y lo que para él comenzó como una simple confusión de identidad puede terminar siendo un juego muy excitante y, a la vez, peligroso.