Al hilo de la inmortal película de Michael Curtiz, el etnólogo y antropólogo Marc Augé trenza un vívido y poético homenaje a la fuerza evocadora del cine, capaz de cristalizar los sentimientos íntimos más evanescentes. Como esos no lugares de la angustia y la huida, la separación y la espera que son los aeropuertos o las estaciones de tren, Casablanca encarna la dramática tensión entre la memoria y el recuerdo; la fidelidad y el olvido. As time goes by...