'Casa Desolada' alterna el humor y la gravedad gracias a un Dickens que logra en estas páginas momentos inolvidables. Los juegos y las trampas de la intriga policial garantizan una enfebrecida lectura repleta de sobresaltos y sorpresas. Como acertadamente subrayó Vladimir Nabokov, en unas páginas entusiásticas, ?todo lo que tenéis que hacer al leer 'Casa Desolada' es relajaros y dejar que sea vuestra espina dorsal la que domine?.