Poderosamente cruda y trascendente como Confesiones de una máscara de Mishima o Las penas del joven Werther de Goethe, Cartas póstumas desde Montmartre consagró a su autora como una de las mejores escritoras modernistas y experimentales en lengua china de su generación.
Su obra se ha convertido en un clásico de culto, particularmente en la comunidad LGTB taiwanesa, donde su vida y su trabajo siguen ejerciendo mucha influencia en las nuevas generaciones.