Estas dos obras de José Cadalso reflejan la doble herencia que atesora esta gran figura del prerromanticismo español: la actitud desengañada de los autores barrocos y el anhelo de reforma de los ilustrados. A estos últimos debe su irreductible vocación crítica, que en determinados momentos se transforma en sátira. Esta recopilación ofrece una visión amplia, compleja y renovada de la prosa de Cadalso, y en ella se puede apreciar cómo su estilo desborda en ocasiones el canon clasicista, en el que habitualmente se le enmarca, para aproximarse a la vehemencia y oscuridad de los poetas ingleses de la época.