El autor ofrece una reflexión sobre treinta malas costumbres y vicios en su época, con la correspondiente descripción de personajes molestos que mejor los representan. Su intención, más que moralizante, es facilitar la búsqueda de la felicidad mediante el ridículo y la reacción de burla que origina cada uno de los caracteres seleccionados. Teofrasto (finales del s. IV - mediados del III a. C.) fue un pensador griego, principal discípulo de Aristóteles al frente del Liceo ateniense. Entre otras ciencias, cultivó la botánica, la física y la geología, la psicología, la política y la metafísica. De su abundante obra apenas han llegado hasta nosotros dos tratados sobre plantas y esta breve descripción de caracteres humanos.