De manera atrevida, nuestra poetisa rompe con los convencionalismos y las fronteras del lenguaje poético. Kary Cerda, poeta de caracoles y lunas, nos muestra de la piel el borde, las dunas, los contornos. También fotógrafa, deja la cámara para seguir un camino de formas y palabras, que al evocarlas reflejan su mirada más personal. Pasea por las laderas de lo vivo con su cámara de poeta, y azorada contempla lo intangible que al mar desborda, la cascada de la vida. Nombra valles y hondonadas, sombras y luces que acarician, sinuosas, el diario acontecer, lo cotidiano. Este libro es una invitación al evento sonoro de la poesía bilingüe, una expedición donde Kary Cerda asume su función de trovadora más allá de las fronteras del lenguaje y de la convención poética.