Esta es la historia, contada en primera persona por sus protagonistas y por tanto mecida por los vaivenes de la memoria y sus desconsuelos, de aquel grupo de muchachos que, en los años cuarenta del pasado siglo, desde Córdoba elevaron su voz poética al mundo como en un juego de jóvenes traviesos, sin saber que su canto de amistad y belleza (Cántico llamaron al fruto colectivo de sus versos) acabaría poniendo luz donde sólo había sombras, y alegría de vivir, amar y emborracharse de la misma sustancia de los sueños donde apenas si se oía el latido mortecino de una ciudad entumecida por la postguerra y otros demonios. Se recogen la serie de entrevistas (salvo en el caso de Miguel del Moral, en que sus palabras aparecen en formato de semblanza) que la autora hizo, la mayoría en la década de los noventa del pasado siglo y publicadas todos ellas en el diario Córdoba, a los miembros de aquel grupo poético de corta pero intensa vida que aún sigue dando que hablar y escribir, cada vez con mayor admiración, seis décadas después. La más reciente ocasión fue con motivo de una muestra, montada en la Diputación cordobesa y que después pudo contemplarse en el Palacio Episcopal de Málaga, que bajo el título Cántico 2010 era la primera exposición importante dedicada al grupo y a la revista del mismo nombre, hoy considerada uno de los hitos fundamentales de la literatura del siglo XX. Rosa Luque (Córdoba, 1958) es licenciada en Ciencias de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense de Madrid. Ha centrado su trayectoria profesional en el diario Córdoba, periódico al que está vinculado desde el año 1978 y del que es jefa de sección desde 1990. Durante su estancia en Londres colaboró con el Daily Telegraph. Ha dirigido diversos gabinetes de prensa, como el del Gobierno Civil y el Colegio de Enfermería. Es coautora de tres ediciones de la Galería de Arte dedicadas a los pintores Aurelio Teno, Ginés Liébana y Antonio Bujalance. También ha participado en colecciones enciclopédicas como Colección Córdoba y Los pueblos de Córdoba y en la obra 50 años de Córdoba (1991) y Crónica de un sueño (2005). En 2005 recibió de la Asociación de la Prensa el Premio Ciudad de Córdoba de Periodismo. En 2007 ingresó como miembro en la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobleas Artes.