Cantando al árbol de la vida es, como su nombre indica, esa composición poética dirigida a todo aquello que es hermoso y bello en la vida. Y es que desde ese cántico al sol, que reparte todos los días sus encendidos «te quiero»; al niño que guardaba un tesoro; o aquella golondrina que vino a contar sus lamentos... Todo un conjunto de profundísimas poesías, capaces de provocar en el lector los más bellos sentimientos.