Hasta una mujer de mundo como Harper Summerville reconocía la belleza del paisaje de Razor Bay. y de Max Bradshaw, el guapísimo ayudante del sheriff. Pero Harper solo pensaba estar allí durante el verano, trabajando de incógnito para la fundación de su familia. Cualquier tipo de relación con el duro exmarine supondría un claro conflicto de intereses. Después de una dura infancia y unos años en el Ejército, Max había echado raíces en Razor Bay, donde llevaba una vida tranquila y solitaria... hasta que apareció Harper. La recién llegada le abrió un mundo completamente nuevo y Max enseguida lo tuvo muy claro, el sitio de Harper estaba allí, a su lado, porque las cosas empezaban a calentarse...
Sin ataduras
La noche que Tasha Riordan pasó con Luc Bradshaw fue la mejor de su vida, pero Luc desapareció sin dejar rastro y ella se vio arrojada a una prisión de las Bahamas, acusada de un delito que no había cometido. Siete años después, el agente secreto de la DEA había vuelto. Tasha no podía confiar en aquel hombre, pero la química que había entre ellos era tan explosiva que tampoco podía fiarse de sí misma. Luc se había quedado atónito al descubrir que tenía dos hermanos. Saber que vivían en la misma ciudad que Tasha había despertado en él una emoción muy distinta. La atracción que sentían el uno por el otro seguía siendo evidente, aunque Luc no conseguía convencerla de que creyera su versión de lo sucedido años atrás. Por suerte, tenía poderes de persuasión más contundentes que las palabras.