Dice en la introducción que es competencia de los poetas, resueltamente, dibujar el mapa de la incomprensión, restaturar la tristeza natural, hacer causa común con los árboles y plantas, fluir como el agua por entre todas las cosas, pasearse por el verbo ser, beberse con ruido una taza de chocolate, hurgar en las inconsistencias, consolidar las negaciones, conseguir que lean versos los profesores de literatura, vestir tenazmente calcetines rojos. En realidad enumera exhaustiva y cuidadosamente todas y cada una de sus funciones.