Beatriz Blanco nace en Madrid y es poeta y arquitecta. Jugó al rugby, cantó en un coro. Le gustan las geografías inaccesibles, los tiempos remotos de la historia, la nieve, la Grecia clásica y Japón. Lejos de la biografía y la sentimentalidad, para ella la poesía es una forma de exactitud. En su poesía se oyen voces sensuales que depositan su memoria en la piel. Voces arrebatadas a los dioses o dictadas por ellos. Escritura y ciudad son sus dos grandes pasiones que combina con su interés por las voces y los matices del tiempo.
Como poeta tiene tres libros publicados: Peán (2001), Despertar al héroe (2005), Poemas del día siguiente (2009). Artículos y breves ensayos publicados: Interiores de Vermeer (1991), Las ciudades visibles (1992), Ojalá el azul aguante al blanco (1992), Arte sin pedestal (1997), Domésticos (1998), El hilo de Ariadna nos guíe por el laberinto de la ciudad (1998), Números frágiles. Festina lente (2000), Marte y la risa (2000), Il filo della frizione (2003), Té y simpatía (2003), Palabras náufragas (2003), De islas yo te hablo (2003), La ciudad, materia de duda (2004), Sonámbulos en el Paraíso (2004), Pájaros de asfalto y manzanas equivocadas (2004) Itinerarios urbanos en el centro de Madrid (2007), Rascacielos al carbón (2008), Caligrafías de agua (2008), Ahora que soy una amazona (2011), El peso del río (2012), ¿Por qué queremos tanto a Lina? (2013), Flor de micrófono (2013), La serpiente en el umbral (2014), De la Colonia a la patera. Un mar políglota y con mucho tráfico (2014), Voces, plazas y héroes (2014), Rito y juego (2014), El tiempo urbano (2015), La urbanidad construye gestos de cortesía y calma (2015) Drums and dreams (2016), Canto y número (2016). Ideó y dirigió la Revista UR VANITAS (2001, 2002). Compuso la letra de la canción Amazona para el disco Lobos sin dueño de Pablo Guerrero (2013).