En este tercer tomo de esta fantástica saga, Kira, que ya tiene quince años y comienza a experimentar los primeros impulsos de la adolescencia, ve por fin cumplido su sueño más anhelado: convertirse en escudera de los caballeros de Esmeralda. A partir de ese momento, la princesa malva se une a las misiones de los caballeros, que los llevan a traspasar los confines del inmenso reino de Enkidiev. Cuando nace el portador de la luz, el personaje principal de la profecía, los Inmortales deberán hacer uso de todos sus poderes mágicos para protegerlo del Emperador Negro.
Mientras tanto, Wellan y sus valientes caballeros acuden a ayudar a los híbridos del Reino de las Sombras, pero caen en una trampa terrible que les tiende un nuevo y temible enemigo.
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