Segunda parte de la historia de amor de Claudia, Anselmo, el viento...
El secreto está en la respiración.
Respirar para poder seguir las estelas en el viento y no perder el ritmo. Los dos pedalean sin parar, Anselmo al frente para abrir camino, Claudia justo detrás, siguiendo cada uno de sus movimientos. Sus alientos están acompasados y sus pulsos se aceleran con cada instante.
El amor es como ir en bici, una mezcla de equilibrio y de suerte para no encontrar grandes obstáculos en el camino.
Pero ¿qué sucedería si dejara de soplar la brisa que guía a Claudia y a Anselmo? ¿Si alejaran, por un instante, la mirada del cielo?