«Ni que decir tiene que no se lee: se devora. Y todo gracias a unos diálogos-sable y un ritmo endiabladamente veloz» (David Morán, Rockdelux).
«Una insólita mezcla de thriller sangriento y saga hospitalaria que, como la buena novela negra, denuncia la corrupción de la sociedad contemporánea» (Half Nelson, Go).
«Divierte con ímpetu salvaje al paciente (el lector) mientras pone en solfa a la clase médica y a la criminal, de una tacada» (Llàtzer Moix).