Este programa surge al constatar cierto vacío en cuanto a la existencia de programas estructurados para trabajar el conocimiento y la regulación emocional, las competencias sociales y la empatía en la primera infancia. Su objetivo es proporcionar a los educadores de estas etapas iniciales una guía clara para trabajar de forma significativa estos contenidos con niños de dos a cinco años. Para ello, el programa se organiza por edades y los contenidos se estructuran a través de propuestas adaptadas a cada nivel. Dos aspectos de este programa son especialmente destacables: la inclusión de un programa dirigido a edades muy tempranas (dos y tres años) y la introducción para los niños de cuatro y cinco años de la filosofía como forma principal de construcción de conocimiento en el aula. Mediante la utilización del diálogo se pretende que los aprendizajes de los niños sean significativos y puedan transferirse a otros contextos, pero también que los niños se acostumbren a pensar de forma autónoma y crítica, a contemplar otras perspectivas, a enriquecer su punto de vista a partir de las aportaciones de los demás y a ser tolerantes frente a otras opiniones. La práctica de la filosofía para niños fomenta las mismas competencias que el propio programa pretende mejorar y, por tanto, constituye una excelente forma de abordar los contenidos. Para conseguir una verdadera competencia socioemocional y facilitar la transferencia del conocimiento, el programa propone actividades que los niños pueden realizar en casa con sus padres y también se incluyen materiales gráficos que facilitan al profesor la realización del programa en el aula.