Paralelismos entre la paternidad y la dirección de personas. Un novedoso planteamiento que nos hará ser mejores padres o madres y mejores jefes o jefas. A andar se aprende andando, a nadar, nadando, a ser buen jefe, se puede aprender siendo buen padre... Hacemos muchas cosas bien en casa, con nuestros hijos, en su educación y acompañamiento. ¿Por qué no aprovechar ese aprendizaje en el entorno laboral? Por otra parte, en el trabajo somos muy eficaces en numerosos aspectos; tenemos unas determinadas capacidades que también podemos utilizar para mejorar nuestra labor de padres, porque ser buen padre puede darnos herramientas muy útiles para ser buenos jefes y viceversa.