Cuando los colonos llegaron a Norteamérica, vivían en sus tierras unas tribus de extraños y prehistóricos usos, cuyos ancestros procedían de Asia.
Se estima que, a comienzos del siglo XVIII, la población indígena instalada entre los territorios de la América septentrional y el norte del Río Grande era de aproximadamente un millón de individuos. Su choque con los forasteros invasores daría lugar a uno de los episodios más sangrientos e innobles en las historia de la humanidad.
Los primeros contactos entre indígenas y colonos fueron pacíficos y, en su mayoría, de índole comercial, y las tensiones solían resolverse a través de la firma de tratados. En 1540 comenzaron los primeros conflictos bélicos, cuando los conquistadores españoles al mando de Vázquez de Coronado se enfrentaron con los Zuñi, y finalizaron en 1890, cuando la caballería estadounidense masacró a la tribu de los Sioux liderada por Pie Grande en Wounded Knee. Se cierran así casi tres siglos de constantes enfrentamientos armados entre rostros pálidos y pieles rojas.
Breve Historia de los Indios norteamericanos nos descubre el mundo de las antiguas tribus de Norteamérica, cuya resistencia contra el hombre blanco fue el canto del cisne de un mundo condenado a desaparecer.