Desde Ziggy Stardust hasta el hombre del renacimiento de finales de los años noventa, David Bowie sigue siendo uno de los iconos más resonantes del rock. Por su influencia en la cultura del pop moderno -en el campo de la moda y del estilo tanto como en el de la música-, su quinquágesimo cumpleaños, celebrado a principios de 1997, no tue tanto una acontecimiento marcado por la nostalgia como una celebración de un artista dinámico y ferozmente contemporáneo, cuya obra sigue desafiando, todavía ahora, las convenciones de la música y el arte. Después de sobrevivir a una vida de hedonismo toxicómano y sexual a mediados de los años setenta, y a los años de impopularidad crítica que precedieron a la publicación de Outside, Bowie se ha convertido en el epítome del cool maduro.
Con contribuciones de parientes, colegas, amantes y de William S. Burroughs -el hombre que fue, según el propio David, «la mayor influencia» de Bowie, y que hasta ahora había permanecido callado-, esta fascinante biografía de Christopher Sanford desciende al subterráneo de los sonidos e imágenes cambiantes para contar una de las historias más apasionantes del rock: la historia de cómo el éxito más fenomenal fue alcanzado en medio del más extraño y desmedido de los excesos.