Lia había dado la espalda a sus aristocráticos familiares, pero ahora necesitaba que la ayudaran a salvar a su hija. ¿Y qué hicieron ellos? La vendieron al mejor postor.
Damián Márquez valoraba enormemente la sangre azul que corría por las venas de Lia porque a él le habían arrebatado el título al nacer. Por eso Lia era la mujer perfecta para casarse, podría darle un heredero.
Pero Lia sabía que nunca podría ser suya en la cama?