Lucy se ha pasado todo el fin de semana trabajando para conseguir un más que merecido ascenso. Llega el temido lunes. Suena el despertador, desayuna, se ducha, se viste y se dispone a salir a la calle para empezar una nueva semana rutinaria y estresante. Encima llueve y los tacones la están matando. En el metro todo el mundo es hostil, excepto un desconocido muy atractivo que se muestra amable con ella. Cuando el hombre baja del metro, Lucy se da cuenta de que se le ha caído la cartera y decide ir tras él para devolvérsela. Descubre que se llama Ben. La atracción que siente por él es casi animal, y eso la asusta. Jamás hubiera imaginado que algo así le podía suceder a ella. ¿Qué debe hacer? ¿Seguir el mandato de su cabeza, despedirse y continuar hacia el trabajo? ¿O marcharse con él y explorar su lado aventurero?