Una familia adinerada tiene un solo hijo, le han dado todos los caprichos, intentando que el niño sea feliz. Debido a que esa criatura nunca ha tenido deberes y ha estado siempre super protegido por sus padres no se le desarrollo el cerebro lo suficiente y lo consideraron como retrasado mental, incluida su familia, llegando al extremo que todos los habitantes del pueblo le llamaban Blas el tonto. Hacía cosas extrañas y su familia nunca se preocupó de ponerlo en manos de expertos para valorar su grado de minusvalía que resultó ser nulo. Cierto día apareció una mujer que se dio cuenta que aquel hombre aparte de la timidez, que padecía no tenía nada, solo que ni la vida ni su familia le había enseñado a enfrentarse al mundo como cualquier persona normal. Ella consiguió de él que fuera admirado por todos los que lo conocían y la envidia de todos los habitantes del pueblo.