Olvídate de la civilización tal y como la conociste. No hay electricidad, ni transporte, ni agua corriente, ni comida en las tiendas. Pocos saben lo que sucedió aquella fatídica noche: solo que, en unos segundos, desapareció de la faz de la Tierra cualquier signo de progreso. Por supuesto, un teléfono móvil ya no es más que chatarra. O un arma arrojadiza. Han pasado cuatro años y Lucas, que era poco más que un niño cuando todo se vino abajo, forma parte de una comunidad autosuficiente en un valle remoto. Desde que llegó al lugar, hambriento y desesperado, se ha sentido muy unido a Mara, la compañera perfecta en sus incursiones en busca de suministros. Ahora Mara está en peligro y, aunque Lucas se esfuerce en ocultarlo, la idea de perderla es mucho más insoportable para él que la amenaza de un futuro incierto. Por eso Lucas ha tomado la decisión de abandonar el valle. En territorio hostil y desconocido, donde otros supervivientes pueden ser tus peores enemigos, descubrirá que hay cosas más importantes que seguir con vida a cualquier precio. Puede que haya motivos de esperanza, más allá del mundo que vivió en su infancia y que ahora solo existe en sus recuerdos.