La primera vez que el fotoperiodista pisó Somalia fue a principio de 2007. Allí vivió los perores combates que se recordaban en Somalia entre el gobierno apoyado por las tropas etíopes y la resistencia islamista.
Cendón regresó a Somalia tiempo después con el objetivo de contactar con los piratas que habían resurgido con gran fuerza. La piratería somalí nació después de que barcos de diferentes nacionalidades esquilmaran sus riquezas pesqueras y arrojaran a sus aguas grandes cantidades de residuos tóxicos. Cendón logró contactar con el portavoz de los piratas pero no consiguió acceder a ellos, hasta que la captura de uno de los mayores petroleros del mundo, el Sirius Star, en noviembre pasado, puso de nuevo el tema en primer plano de la actualidad. Con ese motivo fue enviado por el periódico británico Sunday Telegraph a Somalia. El periodista Colin Freeman y Cendón tenían previsto entrevistar a un grupo de piratas encarcelados en la prisión de Bosaso. Y fue en ese proceso cuando fueron secuestrados por los piratas, que los mantuvieron recluidos en las montañas de Somalia durante cuarenta días.
Un relato periodístico, de excelente pulso, que refleja los estados de ánimo de un secuestrado, aunque se trate de un periodista habituado a los desastres y las grandezas de África. Su relación con el miedo, con los captores, con el compañero de armas en uno de los países más peligrosos en donde la ley no existe y las armas son un instrumento habitual de diálogo. Tras 17 años en guerra, los somalíes ya no conocen otra forma de vida.
El pensamiento cargado de culpabilidad por los que sufrirán sus padres en Galicia y el humor del que hay que echar mano para afrontar los trances de tan largo secuestro son otras de las características.
En la actualidad, Cendón, de 34 años, reside en Etiopía y cubre informativamente una gran extensión del continente africano.